OBRAS

Introducción

ARTE, GESTIÓN DEL ARTE E IMAGEN EN MOVIMIENTO

Por CARLES HAC MOR

«Ante el alud de imágenes en movimiento (televisión, cine, vídeo) que nos agobia, la pintura, la fotografía, la escultura, las instalaciones, nos dan sosiego al exigirnos un esfuerzo por mirarlas, leerlas, contemplarlas. No se nos imponen tanto, debemos acercarnos atentamente.

La imagen en movimiento tiene unos efectos inmediatos que podríamos calificar de parahipnóticos, reclama la atención y tiende a retenerla. Además, sería necesario ver hasta qué punto, en cualquier tipo de concatenación de imágenes, es inmanente la narratividad (o antinarratividad, con la narratividad como referente).

El hecho de poner una imagen detrás de otra, por muy diferentes que estas sean, ya crea unos vínculos entre las dos o entre muchas. En cambio, una pintura es una imagen y basta, en principio no tiene narración. A lo sumo, una pintura figurativa o abstracta, puede ser como un momento congelado de una inexistente narración en imágenes figurativas o abstractas. Y por supuesto, estas reflexiones que hacemos no privilegian ni la imagen quieta ni la imagen en movimiento, simplemente recalcan que son dos cosas distintas que producen efectos bastante alejados.

Todas las vanguardias y todo el que bebe de la tradición de las vanguardias-es decir, de todo aquello que pretende destruir o deconstruir-siempre ha querido y aun quiere romper con la narratividad, y esto precisamente porque esta nunca acaba de desaparecer.
La narratividad puede ser naturalista o realista o hiperrealista, abstracta, incoherente, onírica, etcétera; y cada una de estas narratividades puede ser transcendida por otra de ellas. En cambio, salir de la narratividad a veces es bastante difícil, se diría que imposible, si no fuera porque una cosa que no existe, al menos en el arte, es la imposibilidad.

Nora Ancarola-tan presente en el panorama artístico- pinta y hace muchas más cosas, en arte. O sea, que utiliza diversos medios o soportes. Y en cierta manera, podríamos decir que ella vence a la narratividad: aunque utilice la imagen en movimiento, elude la narración, y tampoco hace de ello imagen fija: lo que se mueve y aun así se deja contemplar.

En sus vídeos o videoesculturas o instalaciones de vídeo, traslada-toma como punto de partida, adapta-las técnicas de la pintura, las texturas, el espesor y el no espesor, los matices, la contundencia, la composición y la descomposición, las veladuras y la evidencia, lo que se dice y no se dice, lo que se muestra y lo que tan solo se sugiere.


Como se ha hecho patente en su exposición en MX Espai, una pintura suya puede convivir perfectamente con un vídeo suyo y cualquier otra pieza suya trabajada en otro medio. Y al fin de al cabo sin contrastes impactantes, dentro de un mismo discurso cálido, bueno y enriqueciéndose unas cosas con las otras, sin ninguno de los efectismos a que nos tienen acostumbrados estas iba a decir, mezclas o mixturas, en este caso no lo son en absoluto: en las exposiciones de Nora Ancarola, en todas sus obras, hay digamos una gran unidad interior con diversidad de registros. Y esto es porque-se nota enseguida-ella ha asumido profundamente que es bueno-y que puede ser malo-para el artista entender que puede utilizar-que no tiene que servir necesariamente, oportunísticamente-cualquier soporte para desarrollar su discurso. Este no es sino lo que ella va construyendo con su trabajo con el lenguaje, con los lenguajes de los diversos medios.»
(Traducción al castellano: Teresa Gómez Martorell)